Esto es tan raro que no sé dónde ponerlo. Pretendo que sea una especie de saludo generalizado de Fiestas para pasar de una vez el trago y colarnos directamente al fin de semana (en el que, como sabrán, ignoramos si llegaremos a conectarnos. Supongo que estamos todos más o menos en la misma situación).
Este año que se va, y creo que aquí también coincidimos muchos de nosotros, es un año rarísimo que nos trajo más de un sobresalto, algunas alegrías, alivios y sofocones, tristezas y malades. Sin embargo, tengo que reconocer que lo pasé bastante bien, que siento que crecí sin madurar y que todo apunta a que el fin del mundo está cerca, aunque la idea no me desesperanza del todo.
Cambié tanto en estos años, perdí de vista a tanta gente y me deshice de tanto lastre que siento que en el proceso también dejé caer (accidentalmente, por supuesto) algunas cualidades que tenía, como la que reconozco en Gé (no la pierdas nunca! jajaja) de regalar personalizadamente a todos y cada uno de mis afectos con algo especial, aunque ese "algo" no fuera más que una postalita por e-mail, o una carta de una carilla escrita en papel.
Este año que se va, y creo que aquí también coincidimos muchos de nosotros, es un año rarísimo que nos trajo más de un sobresalto, algunas alegrías, alivios y sofocones, tristezas y malades. Sin embargo, tengo que reconocer que lo pasé bastante bien, que siento que crecí sin madurar y que todo apunta a que el fin del mundo está cerca, aunque la idea no me desesperanza del todo.
Cambié tanto en estos años, perdí de vista a tanta gente y me deshice de tanto lastre que siento que en el proceso también dejé caer (accidentalmente, por supuesto) algunas cualidades que tenía, como la que reconozco en Gé (no la pierdas nunca! jajaja) de regalar personalizadamente a todos y cada uno de mis afectos con algo especial, aunque ese "algo" no fuera más que una postalita por e-mail, o una carta de una carilla escrita en papel.
Quiero decirles que pese a todo eso, pese a las ausencias prolongadas, a los abandonos momentáneos (Milo sabe posiblemente mejor que ustedes a cuáles abandonos me refiero, porque no pasa un día sin que piense en ellos de alguna manera) o a la ausencia de posteos o mails personalizados y ñoños, tengo a toda la gente que vale la pena bien metidita en el alma. Que todos los días pienso en ellos en algún momento. Y que aunque pasen días, semanas o meses sin leer de ellos una letra, o sin llamarlos a su casa, o sin mensajearlos por el celular, están ahí, firmes como rulo de estatua-no-viviente.
"Y a nosotros qué nos importa todo esto?", pensarán.
Abran los ojos, zoquetes. Porque ustedes son parte de esos "ellos". Y desde este rinconcito miserable donde escribo cuando puedo, cuando tengo fuerzas o algo de tiempo, quería desearles toda la felicidad del mundo usando la sucia excusa de las Fiestas que sólo celebramos, como dicen en mi casa, "por el chancho y por el vino".
De corazón, gracias a todos porque todos me han dado algo.
Porque cada tanto nos juntamos y lo pasamos bien, y eso es lo que le da sentido a mi vida: tener una vida social con gente que vale su peso en oro, gente pensante y sensible a la que admiro, más allá de los sentimientos que tenga por cada uno.
De corazón, gracias a todos porque todos me han dado algo.
Porque cada tanto nos juntamos y lo pasamos bien, y eso es lo que le da sentido a mi vida: tener una vida social con gente que vale su peso en oro, gente pensante y sensible a la que admiro, más allá de los sentimientos que tenga por cada uno.
Eso, nomás. Gracias por todo. Tengo ganas de escribir muchas más cosas, pero temo hartarlos y además se me hace tarde para coger el bus (guiño, guiño a Fod, aunque no sé si está bien), por lo que les abrazo fuerte y rápidamente. Sean felices. Acováchense con buena gente. Ríanse de más, bailen mucho. No teman vivir como se les cante.
Que tengan un fin de semana fondiant!*
*(A la vuelta les cuento qué quiere decir)
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